El verano de 2007 provocó un cambio radical en todo el panorama mundial. Las ‘fiestas especulativas’, las risas, los brindis por la creciente prosperidad capitalista, que creían nunca tendrían fin, con el colapso de las hipotecas subprime en EEUU y las quiebras de las Entidades que le siguieron, terminaron en una melodía con mucho más parecido a una marcha fúnebre. El ‘Sistema de mercado, de libre empresa’, el capitalismo, entró en la mayor crisis desde la Depresión del 29.
Desde aquel entonces, las políticas aplicadas por los gobiernos capitalistas están, todas, terminando en absoluto y sonoro fracaso, ante la mirada ‘noqueada’ de los organismos internacionales del Capital (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, OCDE). Todo lo que hacen no funciona en la economía real: regalos desde los Gobiernos de billones de euros/dólares a los banqueros; rebajas de los tipos de interés; las medidas fiscales tendentes a disminuir/eliminar los impuestos a los más ricos; las contrarreformas sociales y laborales, reduciendo los presupuestos para educación, sanidad, pensiones, facilitando legalmente los despidos, de trabajadores y plantillas enteras, …
Nueva situación mundial
Como quienes están enloquecidos por la situación, cualquier pequeño dato lo dibujaban como positivo y salen gritando que hay ‘brotes verdes’ de recuperación económica. De nuevo vuelven a la cruda realidad, estas mismas personas y escriben y hablan de que todos son ‘brotes negros en la economía’.
Si hay algo significativo estos años es la total incapacidad de la burguesía y sus economistas de comprender y prever los acontecimientos. Y son más incapaces aún de ofrecer una explicación y unas perspectivas con bases reales. Todo ello en el contexto de una creciente situación de autentica barbarie para la inmensa mayoría de la población mundial. Eso es lo que significa el desempleo masivo y las condiciones de vida cada vez más difíciles para millones en todo el planeta.
La situación se les presenta a la burguesía como en el cuento de ‘Aladino y la lámpara mágica’. De la lámpara ha salido una genial crisis y no tienen ni la más remota idea de cómo ‘volver a meterla dentro de la lámpara’. Son incapaces de asumir, de comprender, que el Sistema ha ido mas allá de sus límites, impuestos por la existencia de dos factores reaccionarios desde el punto de vista de poder hacer avanzar más allá a la economía: la existencia de los Estados nacionales y la propiedad privada sobre los medios de producción, que determina que todo se mida por la vara del beneficio privado.
Todo ello se manifiesta en una tremenda crisis de sobreproducción, de capacidad productiva instalada, y como boxeadores ‘noqueados’, incapaces de comprender más, gritan por todo el planeta: ‘que paguen los de siempre, las clases trabajadoras’.
Desde un punto de vista objetivo, la humanidad está en condiciones de lograr avanzar infinitamente hacia adelante. Las condiciones técnicas, de la cultura y la ciencia están dadas para que las fuerzas productivas puedan desarrollarse como jamás antes hayamos visto. Objetivamente es posible un mundo de bienestar para todos los que habitamos el planeta.
Y frente a estas posibilidades reales lo que vemos es como la burguesía se dedica a destruir capacidad productiva instalada, mutilar industrias y ramas enteras de la misma, cerrar empresas como si fueran cajones de un mueble, dejando sin el bien más preciado de la mayoría de la sociedad, un puesto de trabajo. Definitivamente el capitalismo se ha vuelto un Sistema socioeconómico absolutamente reaccionario, que amenaza la propia existencia del ser humano sobre el planeta, si los hombres y mujeres no somos capaces de poner punto y final a la existencia del capitalismo.
Las crisis capitalistas siempre encontraron una ‘salida’ y podemos ser desde aquí categóricos: la actual crisis del capitalismo también encontrara una salida, una alternativa dentro del marco del propio sistema. La pregunta que hacemos es ¿es asumible para la mayoría de la humanidad el coste que los burgueses dan a esa salida de la crisis?
La burguesía siempre hace recaer sobre los hombros de los trabajadores y los más débiles de la sociedad los efectos de la crisis de su sistema, mediante el hundimiento de las mínimas condiciones de vida, la eliminación de todo tipo de derechos laborales y sociales conquistadas en el pasado y redoblando la sobreexplotación de la fuerza de trabajo, al objeto de extraerle hasta la última gota de plusvalía.
Unión Europea: ‘PIGS’ (Grecia, Irlanda, Portugal,… ¿Spain?
En estos años estamos viendo, algo que los marxistas habíamos pronosticado, la mayor crisis económica, política y social de la Unión Europea desde su creación. Incluso hemos asistido al cuestionamiento de la propia continuidad de la Unión y del Euro como moneda común. Y ello ante los primeros colapsos económicos de los países más débiles de la UE. ¿Qué ocurrirá cuando esto ocurra en países con economías más importantes? Estamos convencidos de que tendremos la oportunidad de verlo, igual antes de lo que muchos puedan pensar.
Al unísono, el gobierno Zapatero, la Comisión europea y el FMI han comenzado a lanzar ‘mensajes de tranquilidad a los mercados’, afirmando que el caso ‘Spain es diferente’, que la economía española no corre riesgo para tener que ser ‘rescatada’.
Estamos acostumbrados a que cuando estas personas hablan, casi nunca, sus mensajes contienen unos átomos de verdad en lo que dicen. Cuando empiezan a realizar este tipo de declaraciones, acompañados por los medios de comunicación capitalistas, debemos decir, casi con certeza que la cosa va en serio, que ocurrirá todo lo contrario de lo que afirman. Estas personas de la realidad huyen como de la peste y son ‘especialistas, en ello.
Basan sus explicaciones en decir que la economía española es demasiado ‘grande’. Cosas parecidas, dando impresión de seguridad, decían el armador y el propietario del Titanic, poco antes de que les llegaran las noticias de que se encontraba en el fondo del Oceano.
Precisamente esa parece ser la cuestión, que la economía española es ‘demasiado grande’, comparada con la griega, la irlandesa y la portuguesa, y ello es lo que más pánico les produce. Parece ser que un ‘rescate’ para España sea inviable, desde el punto de vista de las finanzas de la Unión Europea y el FMI y que ello abra una crisis sin precedentes en el conjunto de la Unión, cuya profundidad pueda ser el final del ‘sueño’ de los capitalistas de unificar Europa en bases capitalistas y que lo primero que veamos sea el punto y final al Euro como moneda común. Esto les produce autentico pánico a la burguesía y sus estrategas y España puede ser el detonante de toda la explosión.
Analistas anglosajones emplean el uso peyorativo PIGS (acrónimo de Portugal, Irlanda, Grecia y España (Spain), y que también significa 'cerdos'). Los Estados más castigados por la crisis y los que más deuda acumulan. El único que queda por reconocer la verdadera situación y pedir la ‘ayuda europea y del FMI’ es España. ¿Cuánto tiempo tardará? Con bastante probabilidad esta, tal vez, sea la pregunta. En el caso de Portugal, los préstamos para el llamado ‘rescate’, finalmente por un monto de 80.000 millones de euros para los próximos 3 años, serán dados a cambio, ni más ni menos, de “llevar a cabo un estricto plan de ajuste, cuya base será similar al mismo IV Plan de Estabilidad y Crecimiento (PEC) que rechazó el Parlamento portugués el pasado mes de marzo. Entre las medidas que deberá adoptar el gobierno portugués estará la privatización de empresas públicas, reformas laborales que faciliten más aún el despido y reducciones drásticas en el gasto público (presupuestos sociales). El último PEC ya contempló rebajas en las pensiones, que deberán rebajarse aún más ahora”.
Ataques, ataques y ataques
Esta es una receta acabada para profundizar aún más en la crisis económica, al reducirse la capacidad adquisitiva de la mayoría de la población, al tiempo que será tota una receta para el aumento de la lucha social. Las movilizaciones que hemos visto hasta el momento habrá, sido meros precalentamientos de músculos de las que vamos a presenciar en el próximo periodo. En este contexto, las conclusiones de la mayoría pueden ir en dirección a cuestionar el propio Sistema capitalista.
La economía en Portugal lleva años estancada, con los peores datos de crecimiento en casi un siglo. Ello ha llevado a un desempleo del 11%, el más alto en 30 años. Otros rasgos de la economía en Portugal han sido la necesidad de acometer obras públicas, sobre todo en transportes, que provoco un alto gasto público, con una muy débil tasa de ahorro. Entre 1998 y 2008 emigraron 700.000 personas del país, lo que da idea de las escasas perspectivas de futuro que se veían. Con estas condiciones, la deuda pública, el 50% del PIB en el año 2000, pasó a ser el 92,4% a finales del año pasado.
En estas condiciones, los especuladores no han dudado en atacar la Deuda Pública de Portugal, exigiendo más y más intereses por comprar títulos. Como decía una Agencia bursátil, ‘cuando se llaga a más del 9 por ciento, es la muerte súbita’. Eso ocurrió en Portugal.
España, como Portugal, es un país muy dependiente del sector Turismo, servicios en general, y muy dependiente de las divisas extranjeras. Y como sabemos por lo visto, los mercados de divisas no ‘conocen amigos’ y el turismo en etapas de crisis se contrae de tal forma que todo el sector está en una profunda crisis.
Los que más fervientemente están remarcando las diferencias de España con Portugal, Grecia o Irlanda, para insistir en la idea de que España no entrara en el mismo sendero, son aquellos que mas fervientemente están defendiendo las políticas duras de ajuste social.
En un editorial de esta semana pasada, el “Financial Times” señalaba que "Gracias al valiente recorte del déficit público y las reformas estructurales, los mercados financieros ya no ven a España como una pieza de dominó, condenada a seguir los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal". ¿Por qué, ya no?, eso es lo que falta que expliquen seriamente. Bueno, pero decir esto y no decir nada equivale en términos económicos a lo mismo, a nada. Estos son los mismos que durante años y décadas estuvieron defendiendo insistentemente la no intervención del Estado en la economía y los primeros que salieron gritando al Estado ‘ayudas a los bancos y grandes empresas para evitar el caos’, los mismos que siempre dirán cualquier cosa para hacer recaer sobre las espaldas de los trabajadores los problemas del capitalismo.
Sus niveles de previsiones y perspectivas sobre la economía son tan empíricos y estúpidos, como los de los organismos internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y la OCDE), que horas después de haber hecho un pronóstico corren a ‘corregirlo’, siempre a peor. Los economistas burgueses, en general, son bastante miopes e ignorantes, sobre todo para hacer previsiones a medio y largo plazo.
España, en estos momentos presenta todas las ‘certificaciones’ para ser el propio candidato a ‘muerte súbita’ de manos de los especuladores. Los ataques sociales del Gobierno han tenido el efecto directo de reducir, aun más, la capacidad de compra de la población española, ya muy lastrada por la existencia de unos niveles de deuda, prestamos, increíbles.
Nuevos ataques reducirán aun más esta capacidad de compra y por tanto las posibilidades de un mayor crecimiento de la economía, por tanto de crear empleo, con unos niveles ya del 21 por ciento (4,5 millones de parados). Todo es como una enorme pescadilla que se muerde la cola, y tires por donde tires, siempre en el círculo vicioso de la crisis insoluble del capitalismo.
Ellos están basando sus ‘confianzas en la economía española’, no en la base de los datos reales, sino en los ataques sociales, salariales y de vida que ya ha llevado a cabo el gobierno Zapatero, quien por cierto ya ha recibido una contestación a ello por medio de la Huelga General del pasado 29 de Septiembre y que si no fuera por la cobardía de los dirigentes sindicales, que están haciendo todo lo posible por evitar la movilización, en estos momentos podría estar viendo a Zapatero fuera del Gobierno.
Pero los ataques que ha realizado el Gobierno español al movimiento obrero y los sectores más débiles de la sociedad, en los que los organismos internacionales y la prensa económica basan sus ‘buenos deseos’ para la económica española, solo pueden, en todo caso, ser el comienzo de los ataques. La situación exige más, mas y mas ataques sociales, como iremos viendo en próximas fechas.
El propio Zapatero dijo que hacían falta ‘años de ajustes duros en la economía’. Ellos, como verdaderos cretinos proburgueses, hablan de ‘ajustes’ en vez de recortes y ataques, pero el significado es el mismo. Están entregados totalmente a la lógica del capitalismo y están dispuestos a ir hasta el final en su ‘cruzada’ contra las conquistas históricas de los trabajadores.
Los trabajadores responderán
Eso, y es la otra parte de la ecuación, sino obtienen una respuesta contundente del movimiento obrero, cuyas gotas de paciencia están desbordándose y amenazan con derramar todo el contenido del vaso, comenzando un nuevo periodo de heroicas y vibrantes luchas que pondrá en jaque la política de los capitalistas, de sus agentes reformistas del Gobierno y finalmente puede poner en cuestión la propia continuidad del sistema capitalista.
Esta es una perspectiva que se abrirá paso en los próximos meses. Si los dirigentes sindicales continúan instalados en la política de los pactos con la burguesía, verán temblar sus pies en las propias organizaciones, que vivirán fuertes luchas de tendencias en su seno, en una lucha de los trabajadores por convertirlas en verdaderos instrumentos de lucha.
En un contexto de fuerte radicalización hacia la izquierda del movimiento obrero el Gobierno, sea el que sea, tendrá muchas dificultades para llevar a cabo los ataques que el sistema impone. La llamada ‘confianza de los mercados’ estará evaporada, se esfumará como humo y gigantescos procesos se desarrollarán. La Unión Europea, Alemania finalmente, será incapaz de afrontar mas ‘rescates’ y la Unión Europea y el Euro pueden saltar por los aires.
Fdo. ‘Ivan Wisman’
